El Misterio del Túnel

HACE UNOS AÑOS, OCURRIÓ UNA TRAGEDIA EN EL TÚNEL DE LA UNIVERSIDAD JAVERIANA DE BOGOTÁ. HASTA AHORA, UN EQUIPO DE TRABAJO HA RECORRIDO PISTAS Y HUELLAS QUE SE DEJARON DESDE QUE OCURRIÓ. LA PONTIFICIA INTENTÓ POR TODOS LOS MEDIOS OCULTAR EL HECHO QUE TRASCENDIÓ A LA TRAGEDIA YA QUE SE TRATABA DE LA REPUTACIÓN DE LA MISMA UNIVERSIDAD.

SE HA CONSIDERADO NECESARIO QUE LA GENTE SE ENTERE DE LO SUCEDIDO Y QUE ESTA OLLA SE DESTAPE CADA VEZ MÁS PARA TENER LAS PRECAUCIONES NECESARIAS O SIMPLEMENTE ENTERARSE DE EVENTOS QUE EN NUESTRA UNIVERSIDAD OCURREN Y QUE COMO ESTUDIANTES TENEMOS DERECHO DE SU CONOCIMIENTO.

Federico Carini, estudiante de quinto semestre de medicina de la facultad de la PUJ, en un viernes cualquiera había quedado de verse con Susana Garzón, su novia, también estudiante de medicina, quien salía de clases dos horas antes que él, así que Federico pasaba ese tiempo esperándola en la biblioteca. Sin embargo, uno de esos viernes iba a cambiar las rutina de la fiesta de fin de semana, un 21 de mayo de 1998, los amigos de este muchacho lo convencieron para que en vez de esperar a Susana en la biblioteca empezaran a tomar desde las 11. Él, que ese día estaba de buen humor, accedió, y su cuerpo comenzó a alcoholizarse desde esa hora. Pasaron las horas y a Federico se le olvidó su cita horas más tarde con su novia. Al anochecer, él y sus amigos seguían bebiendo desaforadamente. Completamente borracho, a las 10 PM, Carini, se acordó de la cita con su novia, obviamente, ya era muy tarde, pero él sabía que ella todos los viernes estaría en el mismo lugar, en el mismo bar. Así que ya casi actuando por medio de su subconsciente, fue a buscarla donde él creía que ella estaría. Efectivamente, Susana se encontraba allá, pero la sorpresa fue mayor: Estaba teniendo relaciones sexuales con otro tipo en uno de los baños del lugar.

Federico, que daba la vida por su novia, que simplemente era su razón de existencia se sintió en la perdición. Sintió cómo su mundo se desbordaba lentamente hasta caer en un abismo de perdición. Lo único que pudo expulsar de su boca fueron dos palabras, que las gritó con toda su alma: “MALDITA PUTA!”, según dijeron los testigos y salió del lugar, corriendo, llorando, desesperado y desconsolado. Lo único que quería era llegar a su casa así que para coger su transporte del otro lado de la séptima, tenía que cruzar el túnel que comunica la universidad y la parte comercial. Lo que él no sabía era que ese día desafortunadamente no iba a alcanzar a pisar el suelo de su hogar. Eran las 11 de la noche en punto, el frío helaba cada vez más las neuronas de Federico, y de la nada, aparecieron 5 indigentes dispuestos a quitarle todas sus pertenencias a como diera lugar. Carini ya estaba con la sangre en la cabeza e intentó forcejear un momento con ellos, peor fue inútil, su estado no lo dejaba reaccionar de la manera correcta. Entre forcejeo y golpes, uno de los indigentes le clavó un puñal en el corazón a este muchacho, y quedó tendido en el frío y húmedo suelo del túnel de la Javeriana.

Según investigaciones científicas, el alma de una persona después de muerta sale 12 segundos del cuerpo después de haber sido despojado de la vida y dura rondando el cadáver unas 3 o 4 horas aproximadamente. El muchacho murió a las 12:10 aproximadamente según las referencias de la autopsia, por lo que se deduce que su alma duró hasta las 4 de la mañana, ya, a las 5 se supone debía haberse ido y por eso el túnel da de nuevo su entrada y salida. El alma de Federico Carini, aún se percibe en las oscuras paredes de este pasadizo y según testimonios y apariciones ésta alma busca a todo hombre que hubiera podido ser aquel que le arrebató a su novia, o a toda mujer que pudiera ser aquella que le destrozó el corazón, entregándole todo su ser a un desconocido.
Muchos dicen, que no fue un forcejeo en un intento de atraco, sino que Federico Carini en medio de su desesperación con un bisturí de una de las prácticas con los muertos del anfiteatro, se quitó la vida. No hay versiones exactas del final de los hechos, lo verídico y comprobable, fueron acontecimientos que surgieron meses después de su muerte...