*Una Sonrisa de Satisfacción*

Muchos pierden la cabeza pensando qué es lo que les da felicidad. Me incluyo dentro de esos "muchos" de los que hablo. Pero, días como hoy, son los que lo dejan a uno pensando que no necesitas más que una buena compañía, una sonrisa y esa persona que quiera oírte y compartir un buen rato contigo. Los verdaderos amigos, no son los que están encima tuyo todo el tiempo. Aquellos que uno llama "de pipí cogido"...no necesariamente. Los verdaderos amigos son definitivamente los que sin importar las circunstancias siempre estarán ahí para darte una mano. Me siento afortunada de la gente que tengo a mi alrededor. Agradezco mucho a esas personas que me han demostrado su cariño, su afecto, ese interés que genera un tipo de "calor humano" que hace que uno se sienta de alguna manera seguro, como resguardado, protegido por amor. Es en esos momentos en los que uno se da cuenta de que podría vivir sólo así, con esas personas que hacen la vida más amena. No se necesita de ningún adorno. Lo que pasa es que el corazón el algo terco y no sabe hacia dónde va ni qué otro corazón hará su "trinchera". No sé si afortunada o desafortunadamente, hace falta también ese alguien especial que se preocupa por ti de una manera diferente, que necesita de tu presencia, de tus abrazos y por qué no también de tus besos. Igualmente, somos seres humanos, por lo tanto seres imperfectos, inseguros... llenos de incertidumbre "contigo no se sabe nada..." ¿Quién nos dará entonces la felicidad? es lo que andamos pensando cuando en nuestras cabezas hay algo de feromonas revoloteando por ahí, porque aunque no crean esas hormonas también llegan a afectar nuestros pensamientos más racionales. ******* Pienso en ti, tal vez como nunca antes, de una manera distinta, de la manera que es ahora, con las personas en las que nos hemos convertido. Pienso en ti como un algo que de cualquier modo afecta mi vida...aún no sé si negativa o positivamente. Pienso en ti como una necesidad, pienso en ti como si estuviera asegurándome de que lo único que necesitábamos era tiempo, un buen tiempo y hubiéramos vuelto a sonreírnos. Pienso en ti como nunca antes, como alguna vez debí haberlo hecho, pero no era el tiempo; solo andábamos con el destino cogidos de la mano sin preguntar qué iba a ser de nosotros de nuevo. **