Monday, February 28, 2011

El eticómetro

Hay un aparato muy particular y bien instalado dentro de mí, que reacciona cada vez que estoy haciendo cosas ‘indebidas’ o que quiero hacerlas. El sólo deseo de actuar ‘mal’ ya hace que la dichosa máquina se prenda y es ahí cuando llega la culpa. Sin embargo, creo que toda la vida he hecho lo correcto. Siempre he sido una ‘niña buena’ y ya me estoy cansando de serlo. Por eso es que estoy tratando últimamente de ignorarlo, como los conductores de flota que tienen un aparatejo para medir el límite de velocidad y siempre suena, pero siempre lo ignoran.

Una vez mi bioenergética, que es una mujer muy sabia y perceptiva, me dijo que yo nunca me había rebelado y que en sí rebelarse era justo y necesario. Es por eso que casi todos mis amigos tuvieron problemas jartísimos en su adolescencia… yo no. Yo, sigo peleando con mi mamá, no por un desarrollo tardío y extendido de mis facultades, sino porque mi mamá es de por sí una persona con cierto grado de conflictividad que ni el esposo le ha podido ‘curar’.

Rebelarse, pero, ¿ante qué? ¿Qué es lo bueno y qué es lo malo? ¿Y si me muero mañana?

Algunas personas que me conocen dirán que yo siempre he hecho lo que se me ha dado la gana, lo que no saben, es que el ‘eticómetro’ siempre ha estado prendido y aunque sí he hecho lo que he querido, la culpa llega en ciertos momentos. Pero cuando aterrizo me pregunto por qué razón estoy sintiéndome así, y encuentro un millón de razones para salir de ese estado.

No hay peor juez que uno mismo. Y quiero dejar de juzgarme.

5 comments:

DaniloG said...

Jummm
Si te pillas la cura, me cuentas.

Saludos.

DaniEla said...

Cuando la encuentre sin duda hablaré de eso!

Susana said...

No sé si estudiaste, de pronto, en colegio religioso.

Cuando el eticómetro se revuelve con sentimiento de culpa católico, puede amargarle la vida a uno pilao. A mì me tocò salir de ese problema a punto de sicólogo, era como tú: hacía lo que e daba la gan, pero con el eticómetro prendido.

Lina Huang said...

Ese problema es complicado, a mí me atormenta todo el tiempo.Quizá sí sea efecto de nuestras raíces católicas que lo hacen a uno juzgarse y sentirse culpable.

DaniEla said...

No pero es extraño porque nunca he estado cerca a alguna religión y menos la católica. No sé.. :/